domingo, 28 de agosto de 2016

La cultura del sur

Escogí las costumbres y tradiciones de Argentina, porque además de que, me parecen muy interesantes, pienso que muchas veces tendemos a fijarnos más en la cosas de países como Estados Unidos o países europeos y olvidamos por completo lo que tenemos aquí en Latino América. Argentina, es un país amplio en extensión y culturas, tiene de todo y para todos los gustos: desde rock hasta tango, de gastronomía a deportes, muchas de estas cosas las buscamos en países de otros continentes porque tenemos la idea errónea de que aquí en Suramérica no hay cosas que nos puedan gustar. Por ello, quise hablar sobre la cultura argentina, porque es una mezcla entre lo clásico y lo moderno y, adicionalmente, aunque no es nueva para nosotros, a veces dejamos pasar algunos detalles interesantes.

La cultura del sur
Latino América es más grande de lo que muchos piensan, pues posee una amplia extensión territorial y, del mismo  modo, una gran diversidad cultural. Uno de los países, en mi opinión, más interesantes de Suramérica es uno que está ubicado, propiamente, en el sur y es: Argentina. La cultura argentina  es una gran mezcla, posee características  y contrastes de todo tipo; es interesante, diferente y con tintes clásico y, por ello, vale la pena resaltar su influencia en los demás países del continente y no olvidar que mucho de que lo que se conoce hoy en día tiene sus raíces en la tradición de uno de los países más al sur.
Para comenzar, la gastronomía argentina es parte esencial de las tradiciones de ese país; su plato insignia es el asado argentino, pues su carne de res es famosa en todas partes del mundo. Pero, así como su carne hay muchos productos más y, es por ello, que el turismo gastronómico está cobrando fuerza.  Millones de turistas de todas partes del mundo viajan a Argentina a conocer un poco más de su cocina. Argentina como otros países americanos cuentan con una fuerte influencia de países europeos y, a razón de esto, los buenos vinos no son solamente de países como Italia o España. Al sur de américa se producen, también, algunos de los mejores vinos de mundo y muchas personas se han interesado por conocer esto.
Desde comienzos del siglo XX se realiza en la ciudad de Mendoza (Argentina) la Fiesta de la Vendimia durante el mes de marzo. Años tras año atrae a un gran número de turistas y ha permitido que la provincia que se posicione en el mercado como la tierra del sol y del  buen vino. (Schlüter & Thiel Ellul, 2008, p. 252)

Tradición es tradición y por más de que día a día aparezcan cosas innovadores, lo que se ha formado con los años no desaparece tan fácilmente. Muchas generaciones, no sólo en Argentina, crecieron comiendo esto y la oportunidad de degustarlos una vez más casi nadie la rechaza. Por ello, “Un aspecto importante de la gastronomía es su utilización como souvenir y en Argentina los alfajores, como parte de la “industria del recuerdo” ” (Schlüter & Thiel Ellul, 2008, p. 251). La comida, los platos autóctonos de un país o una región forman parte esencial de ese lugar, por lo que no se deben perder. Al contrario, se deben buscar estrategias para masificarlo y, eso es, precisamente, lo que están haciendo, no sólo en Argentina, con el turismo gastronómico.

Y así como muchos, seguramente, han comido alfajores, es  probable que también hayan oído una o, tal vez muchas, canciones  legendarias de rock en español.  Argentina es la cuna del rock en español y fue allí donde se vivió todo el auge de este género musical en este continente.  Aunque el rock argentino, no nació con el ideal de convertirse en tradición, sino todo lo contrario, de eliminarlas; hoy “basta con recorrer las calles de Buenos Aires para toparnos con iconografía rockera conver­tida en referencia cultural de todos los argentinos, ya no solo de un sec­tor de la sociedad” (Pujol, 2015, p. 13). El rock, como tal, es propio de países de habla inglesa como Estados Unidos o Reino Unido y oírlo en español, al principio era algo “poco coherente”. En Uruguay y Argentina a mediados del siglo XX empieza a cobrar fuerza la idea de producir rock en américa y que sea en habla hispana. Para muchos, el rock argentino, se volvió parte su juventud y ahora, lo recuerdan con nostalgia y orgullo.
Muchos otros países, adoptaron la idea de rock en español, pero, sin duda alguna, si se oye hablar de él lo primero con lo que se relaciona es con Argentina. Tal como lo explica Pujol (2015)  el rock argentino sirvió como medio de expresión y por lo tanto llamó  la atención de los jóvenes, además, tenía mensajes con tintes políticos y sociales, lo cual lo hacía más llamativo por su tono de protesta. Lo que empezó, por así decirlo, como un medio de comunicación y un emblema juvenil, se ha convertido en una tradición musical y cultural.
Aunque, el rock haya tomado fuerza el tango no desapareció. Si el rock en español evoca a Argentina el tango mucho más; bien sea como género musical o como danza.  El tango tiene una historia y un simbolismo muy fuerte en ese país, las melodías y, sobretodo, las letras expresan un sinfín de situaciones recreadas en la vida clásica de La Argentina. Históricamente, “a través de distintas modalidades narrativas se ha reiterado, reproducido y abalado una versión canónica que asume y naturaliza la idea de que el tango requiere para legitimarse localmente de un viaje de ida y vuelta consagratorio(Morel, 2012, p. 79) y eso es lo que ha pasado en Argentina durante algunas épocas.  El tango ha tenido momentos de profunda acogida y otros de decadencia, pero al final termina resurgiendo  y manteniéndose firme en la cultura de ese país. Morel (2012) explica como en los años 80 el tango sufre un estancamiento, se comienzan ver  como algo mítico que está por desaparecerá  y quedará en el recuerdo, los salones de baile se vuelven más escasos, entre otros eventos que llevan a pensar que el tango se quedará en la historia. Pero, de repente, surge nuevamente, mediante la música y  demuestra que el tango prevalece y que siempre estará presente en la cultura argentina.  Y no solamente dentro del país, también ha servido como representación de Argentina en todas partes del mundo  y  así se observa como:
Distintas memorias interrelacionadas narran y tradicionalizan diferencialmente esta última vuelta del tango, por un lado, valorándolo positivamente a partir de su exportación y resonancia internacional y, por otro, enfatizando que la práctica del baile estuvo más asociada con la afirmación del mismo sobre la base de una revalorización acaecida por actores locales (Morel, 2012, p. 85)
Al hablar de la cultura musical argentina, especialmente el tango,  es necesario hablar sobre uno de los más grandes representantes de este género: Carlos Gardel,  porque como lo explica Carozzi (2003) un patrimonio cultural va más allá de estatuas y monumentos, también puede considerarse como  patrimonio cultural a una persona y este es el caso de Carlos  Gardel. Él es considerado un emblema en Argentina, pues sus canciones son una especie de himno para muchos de sus seguidores y su tango es el reflejo de ese tango, propiamente argentino, tan reconocido en todas partes. El tango de Gardel y Gardel mismo simboliza muchas cosas para los pobladores de algunas ciudades argentinas; para ellos  representa historia, cultura y tradición.
Así como son parte de la cultura de un pueblo la música, la gastronomía, la danza, la literatura, entre muchas otras, lo es también el deporte.  En el caso de Argentina, más específicamente, el fútbol. Allí no solo se juega, allí se vive y, por eso, este deporte es considerado un elemento fundamental de la cultura argentina, ya que: “el fútbol permitió a los hombres argentinos competir y hacerse visibles en un mundo cada vez más internacional (juegos olímpicos, torneos sudamericanos, giras europeas de equipos desde 1925, y –desde 1930– la Copa del Mundo Jules Rimet)” (Archetti, 2008, p. 260). Jugar y  ver los partidos de fútbol son las expresiones culturales propias de los argentinos, y aunque la comparten con otros países, en Argentina la pasión por el fútbol tiene algo especial. A lo largo de su historia, Argentina se ha consagrado como potencia futbolística.  Jugadores de talla mundial han representado muy bien al país, como por ejemplo: “Diego Armando Maradona fue descubierto a los 10 años como  un jugador prodigioso, y a los 12 la prensa lo declaró unánimemente “propiedad nacional” con el argumento de que en el fútbol argentino no había otro talento igual.”(Archetti, 2008, p.  271).

En Argentina el fútbol tiene un valor significativo, lo practican muchas personas y lo disfrutan muchas más. Sus jugadores, sus estadios y sus equipos de fútbol nacionales son insignias de este deporte. Muchos futbolistas  sueñan con jugar en Argentina en sus emblemáticos estadios. El fútbol argentino es una tradición cultural, los niños crecen jugando y viendo fútbol y la importancia de esto, según lo explica  Archetti (2008) es porque: “el fútbol permite a un hombre continuar jugando y seguir siendo un pibe” (p. 270).

Las tradiciones y costumbres culturales en Argentina, son realmente diversas; tiene sus bases tanto en la influencia aborigen como en la europea, y ha logrado mantenerlas de diferentes formas.  Sin embargo, la globalización  y otros fenómenos actuales han ido opacando ciertas tradiciones.  La cultura autóctona es algo que no se debe dejar perder, en ninguna parte del mundo, pues forma parte esencial  de la identidad de ese país. En este caso, la cultura argentina es tan interesante que vale la pena profundizar acerca de ella y conocerla mejor. Pero, rescatar tradiciones no significa  rechazar unas nuevas, al contrario, puede ser una oportunidad para aprender y crear otras, sin olvidar las que han estado presentes siempre.

Referencias
Archetti, E. P. (2008). El potrero y el pibe: territorio y pertenencia en el imaginario del fútbol argentino. Horizontes Antropológicos, 14(30), 259–282. http://doi.org/10.1590/S0104-71832008000200013

Carozzi, M. (2003).Carlos Gardel, el patrimonio que sonríe. Horizontes Antropológicos, 9(20), 60-82. Recuperado de http://search.proquest.com.ezproxy.unisabana.edu.co/docview/1758987601/fulltextPDF/F5B520CF2F584A41PQ/1?accountid=45375

Morel, C. H. (2012). Vuelve el tango: “Tango argentino” y las narrativas sobre el resurgimiento del baile en Buenos Aires. Revista del Museo de Antropología 5(1), 77–88. Recuperado de https://revistas.unc.edu.ar/index.php/antropologia/article/view/9127/9881

Pujol, S. (2015). Escúchame, alúmbrame. Apuntes sobre el canon de “la música joven” argentina entre 1966 y 1973. Apuntes de investigación del CECYP, 11-25. Recuperado de http://www.apuntescecyp.com.ar/index.php/apuntes/article/view/526/485

Schlüter, R. G., & Thiel Ellul, D. (2008). Gastronomía y turismo en Argentina Polo gastronómico Tomás Jofré. Pasos, 6(2), 249–268. Recuperado de http://www.pasosonline.org/Publicados/6208special/PS0208_8.pdf

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